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10 Abr 2023
Beato de Liébana

Estructura, libro y fragmentos de El Apocalipsis de Juan

Estructura del Apocalipsis de Juan:

 

Prólogo

  1. Cartas a las siete iglesias
  2. Los siete sellos
  3. Las siete trompetas
  4. El dragón y el cordero
  5. Las siete copas
  6. Castigo de Babilonia
  7. Confrontación final y triunfo definitivo de Cristo

Epílogo

Libro del ApocalipsisLibro del apocalipsis 1 – Conferencia Episcopal Española

CAPÍTULO 1

Prólogo. 1, 1-8

1 Revelación de Jesucristo, que Dios le comunicó para mostrar a sus siervos lo que tiene que venir […], por medio de […] Juan.

[…]

3 ¡Felices […] los que oyen las palabras de esta profecía y guardan lo que está escrito en ella!, pues el momento se acerca.

4 Juan, a las siete iglesias […]: gracia y paz de parte del que es, que era y que va a venir, y de parte de los siete espíritus […] ante su trono, […]

5 y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de [entre] los muertos y el jefe de los reyes de la tierra, […] que nos ama y nos liberó de nuestros pecados con su sangre […].

[…]

7 “Mira, llega entre las nubes, y lo verán todos los ojos, incluso aquellos que le traspasaron; y se lamentarán por él todas las tribus de la tierra”. […] Amén.

8 “Yo soy el Alfa y la Omega”, dice el señor Dios, “el que es, que era y que va a venir; el todopoderoso”.

  1. CARTA A LAS SIETE IGLESIAS

 

Visión inaugural. 1, 9-20

9 Yo, Juan, vuestro hermano y copartícipe de la tribulación, [el] reino y constancia en Jesús […],

10 en el día del señor entré en éxtasis, y oí detrás de mí una gran voz, como de una trompeta […].

[…]

12 […] Me volví para ver la voz aquella que hablaba conmigo. Y al volverme vi siete candelabros […], a

13 y en medio de los candelabros […], un hijo de hombre, revestido de larga túnica y ceñido con un cinturón […] a la altura del pecho;

14 su cabeza y cabellos, blancos como […] nieve; sus ojos, […] llama de fuego;

15 sus pies, bronce incandescente en [la] forja; su voz, […] estruendo de océanos;

16 tenía en la mano […] siete estrellas, de su boca salía una aguda espada de dos filos, y su aspecto [era] el del sol [cuando] brilla con [toda] su energía. b

17 Y cuando lo vi caí a sus pies como muerto, pues puso sobre mí su [mano] […], c diciendo: “No temas. Yo soy el primero y el último,

18 y el Viviente: estuve muerto, pero mira, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo.

19 Testimonia d […] lo que has visto, lo que sucede y lo que va a venir después de esto.

20 En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano, y los siete candelabros […]: las siete estrellas son [los] ángeles de las siete iglesias y los siete candelabros son [las] siete iglesias.

 

a En el original: “de oro”. En general, tiendo a eliminar esta cualificación, cuando la encuentro referida a objetos sagrados. El dorado metal, en un mundo sangrantemente dividido entre ricos y pobres, me parece un signo de ostentación que no le cuadra a quien renunció a sus propiedades y predicó así la comunidad de bienes como la erradicación de la miseria.

b “Fuerza” en la traducción española que he manejado (Biblioteca de Autores Cristianos, de EDICA S.A., Madrid, 1975, reeditada por Salvat Editores S.A. en 1980. Versión crítica sobre los textos hebero, arameo y griego por Francisco Cantera Burgos y Manuel Iglesias González.) He sustituido este vocablo por el de “energía” porque desconfío del concepto de fuerza. En adelante: cada palabra en cursiva indica una sustitución –subjetiva y personal– de vocablos.

c En la traducción original figura la palabra “mano” entre corchetes, porque se sobreentiende que es la mano derecha, tal como sigue: “pues puso sobre mí su [mano] derecha…”. En adelante: cuando se habla de la “mano” del hijo del hombre, en el original se escribe su “derecha”. Como, personalmente, aún no sé si mi capitán es diestro o zurdo, yo escribiré simplemente, su mano.

d “Escribe” en el original. Yo he puesto “testimonia” debido a que estamos en el siglo XXI y, como Juan Rayos –heredero de profetas, reencarnación de Juan el bautista, a su vez antaño Isaías, a su vez previamente Henoc, padre de la apocalíptica judía–, espero no limitarme al mero soporte escrito, sino llegar, cuando menos, un poco más allá…

nacho

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